Amaranto: Tercera Edad

AMARANTO Y LA TERCERA EDAD


Un producto que adquiere mayor fuerza a través de los años. A medida que las personas Hombres y Mujeres alcanza la tercera edad aparecen cambios fisiológicos y trastornos metabólicos que requieren de una dieta especial.

El amaranto es un producto de excelentes propiedades para su alimentación.Conforme pasan los años nuestro cuerpo va perdiendo fuerza y movimiento, debido a la intensa actividad a la que se somete nuestro cuerpo durante toda nuestra vida.Muchas personas temen llegar a la vejez por la pérdida de memoria que acompaña a la edad. Es indudable que esto se debe principalmente a un nuevo factor de la vida moderna: el estrés, que aumenta los índices de Alzheimer sobre todo en personas mayores de 60 a 70 años.



Sin duda, es importante recordar que nuestros hábitos alimenticios, que rigen durante toda nuestra vida, determinan en muchos casos los problemas durante la edad madura. Por esta razón es importante llevar una dieta equilibrada que contenga la suficiente calidad y cantidad de alimentos para proporcionarle energía y vigor a nuestro cuerpo.Hace cientos de años atrás, nuestros antepasados trabajaron en el uso del amaranto y le atribuyeron propiedades únicas. Los aztecas utilizaban esta planta y la mezclaban con sangre y con ella formaban figurillas que eran moldeadas conforme a cada deidad, según el mes y la actividad festiva a la que correspondía.Luego estas piezas eran distribuidas entre los fieles. Este rito recibía el nombre de reocuallo (comerse al Dios). Mediante este acto se buscaba obtener poderes revitalizadores, reproductivos (tanto en la persona como en su entorno), y así evitar enfermedades como la hidropesía, la gota, el reumatismo y la amigdalitis, padecimientos ligados a las deidades del agua y del viento como nos cuenta la investigadora, Ana María Velasco, perteneciente a la Dirección de Etnología y Antropología Social del INAH.Pero la fama de este alimento pronto llegó a otras culturas como la Maya, que apreciaban al amaranto por el vigor que éste les proporcionaba, y los Incas, lo admiraban por su asombroso poder curativo.


Por esto muchos investigadores coinciden en señalar que la analogía entre las actividades prehispánicas y la comunión cristiana motivaron a los españoles a erradicar el cultivo del amaranto.


El amaranto recobra su fuerzaa Gracias a numerosos estudios, el amaranto sigue recobrando la fuerza que tenía hace cientos de años y le ha demostrado sus asombrosas propiedades curativas y alimenticias.Si nuestros antepasados lo concebían como un producto que les devolvía fuerza y energía, no está demás recomendarlo en la dieta actual de cualquier persona.


El amaranto tiene enormes proyecciones a futuro. La Organización Mundial de la Salud lo nombró la proteína ideal para la dieta humana, en tanto que la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos seleccionó al amaranto como el mejor alimento de origen vegetal para consumo humano.


Fuente: Web Asociación Mexicana de Amaranto


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